Era una vez una persona que se fue a confesar...
-Padre, padre, he pecado
-Que ha hecho usted hijo mío
-Me acosté con Rosita ...
Se fue y llegó otro con el mismo relato.
-Padre, padre he pecado....
-¿Que hizo usted hijo?
-Me acosté con Rosita
Llega otro, un negro enorme, y el padre le dice:
-No me diga nada hijo, usted también se acostó con Rosita.
-No padre, yo soy Rosita.