Oscar se despierta en casa con una resaca monumental. Se
esfuerza en abrir los ojos, y lo primero que ve es un par de
aspirinas y un vaso de agua en la mesita de noche. Se sienta y ve su
ropa toda bien limpia y planchada frente a él.
Oscar mira alrededor de la habitación y ve que todo está en perfecto
orden y limpio. El resto de la casa está igual. Toma las aspirinas y
ve una nota sobre la mesa: - Cariño, el desayuno está en la cocina,
salí temprano para hacer unas compras. Te quiero.
Así que va a la cocina, y cómo no, ahí estaba el desayuno y el
periódico del día esperándole. Su hijo también está en la mesa,
desayunando.
Oscar le pregunta, - Hijo, ¿qué pasó anoche?
Su hijo le contesta, - Bien, pues volviste después de las 3 de la
madrugada, borracho como una cuba y con delirios. Rompiste algunos
muebles, vomitaste en el pasillo y te pusiste un ojo morado cuando
te diste contra la puerta.
Confundido, Oscar pregunta, - ¿Y cómo es que todo está tan limpio y
ordenado, y el desayuno esperándome en la mesa?
Su hijo contesta, - ¡Ah, eso! Mamá te arrastró hacia el dormitorio y
cuando intentó sacarte los pantalones, vos gritaste: - ¡Señora!
¡Déjese de joder, soy un hombre casado!
Conclusiones:
- Una resaca autoinducida - 100.00 pesos
- Muebles rotos - 400.00 pesos
- Desayuno - 10.00 pesos
- Decir la frase adecuada - no tiene precio.