Casi al mismo tiempo, fallecen un obispo y un taxista. Al llegar
al cielo, San Pedro les dice:
- De acuerdo a sus prácticas religiosas, tendrán todo en abundancia.
Al encontrar, el obispo al taxista, lo observa y ve que tiene una
gran mansión, autos deportivos, excelentes mujeres, enormes parques,
etc. Entonces, el obispo decide ir a ver a San Pedro y reclamar
porque el taxista vive mejor.
- Mira, San pedro, yo en vida me dediqué a predicar....
A lo que San Pedro le responde:
- Siempre que predicabas, la gente se quedaba dormida, en cambio el
taxista siempre que manejaba hacía rezar a la gente.