El médico indica a un viejito que debe hacerse un espermatograma y a
la salida le entrega el clásico frasquito para que junte allí la
muestra y se la traiga.
El viejito se va a su casa, una vez allí va al baño y trata por
todos los medios con la mano derecha, luego con la izquierda y hasta
con las dos... pero nada.
Entonces, llamó a su mujer. Ella probó con la mano derecha, luego
con la izquierda, con las dos y hasta con la boca y tampoco
consiguió nada...
No viendo otra opción, ella llamó a la vecina. Esta, queriendo
ayudar probó con la derecha, con la izquierda, con las dos manos, y
ya muy seria, pidió permiso y probó con la boca, pero no tuvo
suerte!!!.
La vecina, entonces, sin darse por vencida, llamó a su hija de 18
años que era la joven más sexy y encantadora del barrio. Una vez mas
se repitieron las tentativas... una mano, otra, las dos, boquita,
pero... tampoco consiguió nada....
Ahhhhh..., el viejito triste y con la cabeza baja al otro día va
nuevamente al médico.
- Me trajo la muestra ? -le dijo el Doctor-
- No Doctor... en casa nadie pudo abrirle la tapa al frasquito.
(¡Mal pensado!)